La resaca puede ser también peligrosa a la hora de conducir
¿Quedaste ayer con los amigos y la cosa se alargó más de la cuenta? ¿Te tomaste unas ‘copitas’ y al día siguiente tenías que conducir? Seguramente a más de uno le ha pasado alguna vez. Lo malo es que probablemente no habías caído en que en ese estado aún no podías conducir. La cuestión es que hasta hace relativamente poco tiempo, la resaca era una fase en la que nuestro organismo se recuperaba y estaba asociado a un “malestar” general. Sin embargo, se ha evidenciado que, a pesar de que los niveles de alcohol hayan bajado o ya casi no existan, la persona que ha bebido bastante (y no hayan pasado aún 12 horas), no va a conducir con todas sus capacidades.
Pensando siempre en la seguridad vial, puede ser que en ciertos casos tengamos que aplicar la lógica y no pensar si algo es legal o no. Es el caso de la resaca. Debemos tener responsabilidad al volante.
Diferentes estudios han demostrado que conducir con resaca puede ser tan peligroso como ir bebido. La persona que ha bebido la noche antes no va a tener los mismos reflejos que una persona que no está resacosa.
Ten en cuenta que no se ha dormido bien, que el azúcar en sangre ha disminuido y que no se está bien hidratado, por lo que todo ello suma para que sea tan o igual de peligroso que si condujeras bebido.
¿Qué te recomendamos? Principalmente, debes dormir todas las horas necesarias para que tu organismo se reponga, debes tomar bastante agua para que desaparezca la deshidratación y, sobre todo, que en el caso de que no te encuentres en plenas facultades, debes dejarle el coche a alguien que no esté resacoso o simplemente debes aplazar el viaje para más adelante.
Siempre debes mirar por la seguridad vial. Ya no solo la tuya, sino la de todos los que te acompañan en el coche y por carretera.