Las marchas largas y la seguridad al volante

Si hablamos de conducción eficiente estamos haciendo referencia a todas aquellas medidas o pautas en nuestra manera de conducir que influyen directamente en el ahorro de combustible y en la disminución de los gastos de mantenimiento del vehículo. Entre estas pautas, se recomendaba utilizar las marchas largas para ahorrar combustible.

Sin embargo, con el paso del tiempo, se ha constatado que esta práctica amenaza directamente al correcto funcionamiento de la mecánica del vehículo y, por lo tanto, a nuestra seguridad también. Al trabajar con marchas demasiado largas, el motor funciona a velocidades a las que no tiene potencia suficiente para enfrentar situaciones de emergencia.

En situaciones de firme mojado o curvas, el empleo de marchas que faciliten lograr la máxima potencia de nuestro motor en situaciones críticas es fundamental. Si el coche hace aquaplaning y va a más de 1.000 revoluciones, no conseguiremos controlarlo acelerando porque será imposible conseguir la suficiente fuerza del motor.

Estamos de acuerdo con que el empleo de las marchas largas es beneficioso en determinadas circunstancias como en una autovía o en calzadas donde se pueda poner una velocidad de crucero. Indudablemente, contribuirán a disminuir el consumo de combustible, la emisión de gases y el desgaste de la mecánica.

Por el contrario, en carreteras con curvas, situaciones de tráfico complicado o calzadas mojadas o con poca adherencia, las marchas cortas están indicadas para tener control total sobre el vehículo y superar circunstancias complejas con más seguridad.

En Autoescuela Ordás somos profesionales con muchos años de experiencia en este sector. Te daremos consejos de seguridad al volante y te ayudaremos a que aprendas a conducir con garantías.