Malas costumbres que dañan tu vehículo

Para tener nuestro vehículo en buenas condiciones, es muy importante llevarle el mantenimiento adecuado y seguir una serie de recomendaciones. Casi todas las personas que conducen saben los cuidados que deben tener con su vehículo, no obstante a la mayoría se le olvida que tener ciertas costumbres… Pueden dañar el coche.

Ciertos malos hábitos a la hora de conducir, que se adquieren con el paso del tiempo, pueden estropear el coche. En el artículo de esta semana vamos a ver cuáles son esas costumbres para que intentes quitártelas:

No te pases con el embrague

Cambiar el embrague es muy caro y si lo utilizamos demasiado podemos hacer que se estropee antes de tiempo. No dejes el pie sobre el embrague, ni cuando estés en un atasco ni cuando vayas a parar por poco tiempo. Deja el pie al lado del pedal.

Conducir en reserva

Los carburantes poseen residuos y al conducir en reserva de manera frecuente, se meten en el filtro y en el sistema de inyección. Por lo cual, encima de que pueda pararse el coche en cualquier lado, puedes dañar la bomba de combustible y hacer que el filtro de combustible no funcione bien, lo que hace que se gaste más gasolina.

Darle el volante sin que el vehículo esté en movimiento

Este hecho se realiza muchísimas veces, por ejemplo cuando maniobramos para aparcar el coche. Las ruedas y la suspensión se dañan al mover el volante sin que el coche esté en movimiento.

Dejar la mano sobre la palanca de cambios

Existen muchas personas que al conducir posan la mano encima de la palanca de cambios. De esta manera, además de dañar la transmisión, también van más inseguras, ya que se deben poner las dos manos al volante.

No estacionar bien

Si estacionamos encima de la acera o muy cerca del bordillo podemos dañar las llantas, la suspensión, los neumáticos…

Ir o demasiado deprisa o demasiado lento

No es bueno ser extremado. Ni ser muy agresivo ni ser muy sosegado. Circular agresivamente conlleva que se gaste más la mecánica, los neumáticos, el sistema de frenado… Y por el lado contrario, ir muy sosegado puede provocar averías en la transmisión o, como ocurre en los vehículos de hoy en día (sobre todo los que son diésel), que se amontona carbonilla y se obstruyen ciertos sistemas.

Usar demasiado los frenos

Además de disminuir la velocidad con los frenos, también se puede utilizar el freno motor. Así, se gastarán menos los discos y las pastillas.