La importancia vital de una buena sujeción del volante
La forma en que sujetamos el volante es una de las primeras cosas que se aprenden cuando empezamos en la autoescuela, y seguramente una de las primeras cosas que olvidamos, una vez hemos aprobado el carnet de conducir. A pesar de ello, no debemos olvidar que el sistema de dirección del vehículo es el que nos permite tener el control de su trayectoria. Por tanto es importante conocer y poner en práctica la técnica correcta, evitando así accidentes.
Las causas más habituales que provocan una mala sujeción son el cansancio, el tener muchos años de conducción o simplemente una postura cómoda. Todos conocemos algunos de los errores más frecuentes, como sujetar el volante con una sola mano, girarlo con la palma de la mano o hacerlo por la parte interna del mismo. Todas estas prácticas pueden generar pérdidas de control, cansancio y accidentes de tráfico.
Por tanto, creemos conveniente volver a recordar cuál es la forma correcta de sujetar el volante:
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Distancia al volante: aquella en la que si estiramos los brazos, nuestras muñecas quedarán justo encima del volante, haciendo que cuando lo sujetemos, los brazos queden ligeramente flexionados.
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Situación de ambas manos: Si nos imaginamos que el volante es un reloj, deberíamos situar las manos entre las 10:10 o las 9:15.
El Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid alerta además de que no solo existe riesgo de provocar accidentes sino que una mala postura al volante nos puede provocar lesiones a los propios conductores sobre todo en las maniobras más repetitivas como los cambios de marcha y el uso de los pedales. Otras consideraciones en cuanto a la ergonomía en la conducción nos llevan a una serie de consejos que nos eviten lesiones:
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Al entrar y salir del vehículo: Al entrar se debe entrar con la pelvis, y una vez sentados, introducir las piernas en el interior, repitiendo el proceso en sentido contrario al salir.
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El respaldo debe ir colocado en una posición que no esté ni en un ángulo de 90 grados, ni demasiado inclinado. Así los brazos estarán estirados y ligeramente flexionados como hemos comentado anteriormente.
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En aras de evitar lesiones como el conocido latigazo cervical, la mitad del reposacabezas debería quedar a la altura de nuestros ojos. Cabe recordar también que es un elemento que no sirve para descansar la cabeza sino para protegernos de impactos.
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No solo el conductor debe ir correctamente sentado, los acompañantes deben adoptar una postura correcta, ya que en caso de accidentes pueden evitar lesiones más severas.
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Por último, los descansos son fundamentales cuando los trayectos exceden de una hora y media, debiendo además realizar pequeños ejercicios de relajación de las zonas que más se tensan durante la conducción: la zona cervical, los brazos y las piernas.