¿Cómo actuar cuando un semáforo está en ámbar?

Una de las preguntas que más debate genera en la autoescuela es: ¿cómo tenemos que actuar cuando un semáforo se pone ámbar?

Si observamos como se comportan la mayoría de los conductores, parece ser que es algo que tampoco acaban de tener claro. Todos los días vemos como se acelera para que no nos toque el semáforo en rojo, poniendo a los otros conductores y a los propios peatones en peligro.

Perop, ¿cómo debemos actuar ante un semáforo en ámbar?

El código de circulación señala que debemos detenernos

El código de circulación apunta que la luz ámbar fija (que no la luz amarilla intermitente) te obliga a detenerte ante el semáforo.

Solo existe una excepción y es que el coche esté tan cerca del lugar donde debe pararse, que no pueda detenerse en condiciones de seguridad. Por ejemplo, cuando el semáforo cambia de verde a ámbar, si estamos muy cerca de él, no podremos pararnos antes de la línea de detención ni aunque pisemos el freno a fondo, o sin riesgo de que el vehículo que circula detrás se choque contra nosotros. Ahí, en esa situación, no tenemos que detenernos.

En el resto de situaciones, nuestra obligación es pararnos y no darle al acelerador.

¿Qué debemos hacer ante un semáforo en ámbar?

Entonces, ¿cómo debemos actuar cuando el semáforo se pone ámbar? Para empezar, debes mirar por los espejos retrovisores, no solo en el mismo instante en que el semáforo cambia de color, sino que se aconseja hacerlo durante todo el trayecto. Así, es la mejor manera de saber si al pararte en seco, tienes algún peligro de chocarte con otro vehículo.

Si vas por la ciudad, lo más seguro es que detrás de un semáforo en ámbar, existan mucho más después, ya que suele ser una cadena. Así que, después de un semáforo ámbar en el que no has podido pararte por seguridad, te aconsejamos no acelerar, porque seguro que el siguiente también va a cambiar de color. ¡Anticípate!