Algunas formas de calmar el estrés al volante
Son muchas las situaciones que nos pueden poner nerviosos al conducir, pero hay algunas soluciones para llegar a conseguir una conducción más relajada.
El estrés es ese estado indeseable que se presenta cuando menos lo necesitamos. Puede aparecer en el trabajo, en nuestra casa y también a la hora de conducir.
Simplemente la acción de conducir un coche ya conlleva un cierto estrés, ya que requiere estar en alerta, aunque estar así, también debemos verlo como algo positivo, ya que de esta manera estamos despiertos ante cualquier imprevisto del tráfico. Lo malo es que hay ciertas situaciones que supuestamente deberíamos saber controlar y que de repente se transforman en momentos de auténtico estrés, ya sea porque algo nos provoca ansiedad, miedo o nerviosismo.
Dependiendo de cada persona, las causas variarán, pero vamos a ver las que suelen ser las más comunes:
1) Un atasco
Los atascos suelen aumentar el estrés a los conductores. El llegar tarde a algún sitio y no poder seguir adelante, suele producir muchos nervios.
2) Exigirnos demasiado
Muchas veces nos exigimos tanto nivel a la hora de conducir que nos producimos muchísimo estrés sin que haya ningún otro elemento externo que lo provoque. Esta misma exigencia nos hace requerir un comportamiento similar a los demás, por lo que cualquier fallo que se produzca cerca nuestra, ya puede llevarnos al estrés y a comportarnos como si fueramos auténticos policías. Si quieres evitar ciertos conflictos, no debes asumir este papel.
3) Buscar aparacamiento
Simplemente el hecho de llevarnos más tiempo del habitual en buscar aparcamiento, puede terminar con los nervios de cuaqluiera. A ello, debemos añadir el momento de aparcar, es decir, como existan coches esperando, también nos puede provocar estrés.
4) Ruido
No es lo mismo estar en un atasco escuchando música, que escuchando el claxon de los coches de alrededor.
5) Ciertos adelantamientos
Hay algunos adelantamientos que nos pueden poner de los nervios, especialmente en algunas carreteras secundarias donde cuesta adelantar o hay poca visibilidad. En las otras carreteras, como autovías o autopistas, lo que no soportamos es al típico conductor que no respeta la distancia de seguridad. También en este tipo de carreteras nos pone nervioso el no poder adelantar a algún coche o camión porque hay demasiados coches haciéndolo.
6) La rapidez
El conductor que tiene más prisa de lo normal (muchas veces sin justificar), apremia a los demás, le molesta todo el mundo y esto provoca que su velocidad suba también.
7) Rotondas e incorporaciones
Muchas veces las incorporaciones o las rotondas nos producen también cierto estado de nervios, ya que si no vemos bien o si hay demasiado tráfico, aparece el temido estrés. Tanto si nos apresuramos como si nos esperamos demasiado, los coches que están detrás nuestra pueden empezar a increparnos y que volvamos a ponernos nerviosos.
8) Los quitamiedos
Muchas veces el quitamiedos da más sensación de ‘miedo’ que de seguridad. Cuando están en precipicios o puentes nos dan confianza, pero cuando vamos por autopistas o autovías y pasamos junto a otros vehículos, nos provocan intranquilidad, sobre todo si son camiones. Esto es porque nos da la impresión de que nos queda poco espacio.
9) Radares y multas
Cuando llegamos a un radar o a un coche de policía o de la guardia civil, nos ponemos nerviosos y hay algunos que incluso disminuyen la velocidad hasta por debajo del límite. Lo que conlleva que se tengan que dar unos frenazos muy grandes.
10) La rutina
Los cambios en nuestra ruta diaria provocan muchos nervios por el miedo a perdernos o a llegar tarde.
11) Enfadarnos con los acompañantes
O el hecho de regañar a los niños pueden provcarnos mucho estrés y puede llevar a ponernos en una situación de peligro, ya que estamos distraídos.
12) Un insecto
Algunos insectos como las abejas o las avispas, hacen que estemos pendientes de ellos y aumente nuestro estado de nervios.
13) El combustible
Cuando la aguja se pone en la reserva, empieza a entrarnos los nervios porque no sabemos si podremos llegar a la siguiente gasolinera o no.
14) Causas ambientales
Tener el sol de frente, una lluvia fuerte o la nieve son algunas de las causas ambientales que nos producen estrés al conducir.
15) No poder usar el móvil
Hay ciertos conductores que son muy dependientes del móvil y el no poder utilizarlo mientras conducen, le provoca un estrés, que hace que finalmente lo miren. Como consecuencia, nos distraemos y podemos provocar un accidente.
16) GPS
Llegamos a confiar tanto en él, que en el momento que no funciona o nos indica mal camino, nos produce un estado de nervios muy grande.
17) Pensando en otras cosas
A la hora de conducir, también nos perjudica el ir pensando en nuestros problemas, ya sea del trabajo, la familia, los amigos…
Y, ¿qué hacemos para dejar atrás el estrés?
No tenemos una llave maestra ni una varita mágica, pero vamos a ver algunas recomendaciones:
-
Una postura correcta, mientras se conduce, es fundamental.
-
Escuchar música relajante o cantar lo que más te guste.
-
Debemos autocontrolarnos. Debemos hacernos a la idea del atasco que nos espera o de algún viaje largo que vayamos a realizar. Quítale importancia.
-
Si hace falta, para. Debes de parar si ves que te estás poniendo cada vez más nervioso.
-
En el momento que vayamos a ponernos nerviosos, respira profundamente o cuenta hasta 10.
-
Debemos confiar en nosotros mismos. Sabes que puedes hacerlo y además bien.
-
Déjate de drogas, alcohol, medicamentos… Incluso del café.
-
Habla con tus más allegados de tus miedos.