¿Miedo a conducir?
Si tienes miedo a conducir o esta actividad te produce rechazo, algo tan simple como liberar hábitos te puede ayudar a superarlo. Pero, ¿en qué consiste esto de “liberar hábitos”?
En primer lugar, es necesario saber que un hábito es un comportamiento o forma de actuar que ya tenemos automatizado y que hacemos de una manera incluso inconsciente. En el caso que nos ocupa, de hecho, el miedo a conducir, también llamado amaxofobia, puede ser considerado, llegado un momento, como un hábito, que si bien no deseamos, no podemos evitar cada vez que nos subimos al coche.
Una vez que sabemos qué podemos considerar como un hábito, deberíamos localizar algunos de los que hemos tomado como propios en nuestra vida diaria y modificarlos intencionadamente. Estos hábitos no tienen que estar necesariamente relacionados con la conducción. Como hemos dicho, nos valdrán cualquiera de los que tenemos automatizados en nuestra rutina diaria.
Prueba a llevar a cabo estos 5 ejercicios para liberar hábitos:
Cambia de silla
Consiste en cambiar literalmente el lugar donde habitualmente te sientes, bien para comer, bien para trabajar, bien para ver la televisión.
Cambia de camino
Emplea otras rutas de las que habitualmente utilizas en tus desplazamientos a la compra, al trabajo, al colegio de los niños…
Dale la vuelta
Con este ejercicio practicaremos con los dos hemisferios del cerebro. Es decir trata de hacer tus tareas con la parte de tu cuerpo que menos dominas. Por ejemplo, prueba a comer con la izquierda si eres diestro o con la derecha si eres zurdo. Cuando hagas ésto, tendrás que concentrarte para que cada vez que trates de comer lo hagas con la mano contraria. Si lo relacionamos con el miedo, resulta que ante situaciones determinadas tenemos automatizadas nuestras respuestas.
Cámbialo de sitio
Prueba a cambiar de sitio algo de uso cotidiano que siempre coloques en el mismo lugar.
Haz algo nuevo en tu tiempo libre
Practica alguna actividad deportiva que nunca hayas probado, escribe un relato, visita algún lugar en el que nunca hayas estado… lo que se te ocurra, pero ya sabes, que sea nuevo.
Pensarás, ¿y qué tiene que ver todo esto con mi miedo a conducir?
Como he dicho antes, el miedo cuando perdura en el tiempo llega a convertirse en un hábito y estos ejercicios hacen que cambiemos nuestros hábitos para que tomemos conciencia de todas aquellas cosas que hacemos a diario automáticamente y las modifiquemos de manera intencionada. Con ello, conseguiremos que nuestro cerebro se adapte a circunstancias diferentes y veamos las cosas desde otra perspectiva cuando el miedo nos asalte y nos llegue a bloquear.
– Seremos más flexibles.
– Seremos más creativos.
– Transformaremos nuestra respuesta ante el miedo a conducir.
El esfuerzo personal, practicar la conducción de forma programada y lógica y la ayuda especializada de psicólogos, ayudan a superar esta situación.
La tarea de nuestra autoescuela es que superes la amaxofobia y devolver y aumentar la confianza en sí mismos, y ganar seguridad al volante.