Circula de forma segura practicando la conducción preventiva. ¿Sabes en qué consiste?
En Autoescuela Ordás Sevilla, seguimos comprometidos con la seguridad vial, y en este nuevo artículo queremos hablaros sobre la conducción preventiva.
Este tipo de conducción está orientada a que el conductor esté preparado para anticiparse a cualquier circunstancia inesperada y logre evitar un accidente. Para ello, el conductor debe estar plenamente adaptado tanto a su coche, su entorno, el resto de elementos que interactúan con el conductor.
La conducción preventiva está fundamentada en 3 principios:
- Anticipación
- Gestión del espacio
- Visión
Un conductor que conduce de forma preventiva cumple con la normativa de tráfico vigente en cada momento, tanto en lo relativo a la velocidad, señalización correcta de maniobras a realizar, carril a ocupar o mantenimiento de una adecuada distancia de seguridad.
Pero vayamos por partes. Estas son las técnicas más importantes que se llevan a cabo en una conducción preventiva:
- El conductor. En primer lugar, si vamos a conducir debemos estar en las mejores condiciones. Es decir, descansados, evitando coger el coche en momentos de estrés y, por supuesto, nunca bajo los efectos de alcohol o drogas. No debemos olvidar tampoco que el riesgo también existe en trayectos cortos.
- Distancia de Seguridad: Teniendo en cuenta que un conductor tarda en reaccionar entre 3 y 4 segundos ante un imprevisto en la carretera, y que además la distancia de frenada se incrementa a medida que circulemos a más velocidad, es muy importante tener siempre muy presente mantener una distancia de seguridad suficiente que impida una colisión.
- Condiciones meteorológicas y estado de la carretera: En este caso, hablamos de factores externos que condicionan nuestra conducción. Un conocimiento previo de qué dificultades podemos encontrarnos desde el punto de vista de la meteorología, así como de posibles problemas en el asfalto, nos debe ayudar a adaptar nuestra conducción a cada una de las dificultades que se nos vayan presentando. Lo normal en este caso, es que sea una moderación de la velocidad el elemento crítico.
- Revisa el estado de tu vehículo. Si ya nos hemos preocupado de nuestra concentración y de los factores externos, es el momento de que nos preocupemos de que el elemento principal, nuestro vehículo, se encuentre en las mejores condiciones para circular. Elementos tan importantes para la seguridad como el estado de los neumáticos, luces, frenos, sistemas de sujeción, deben encontrarse en el mejor estado posible.
Por último, y a modo de conclusión, os recomendamos prestar atención a 3 acciones que siempre debemos tener presentes:
- Mirar. Un buen conductor es el que mira siempre qué se va a encontrar más adelante: intersecciones, semáforos, un posible accidente, una retención…
- Anticipar: Si has llevado a cabo la primera acción (mirar), te será más fácil anticiparte a cualquier peligro. En cualquier caso, es importante no confiarse nunca y estar concentrado. Recuerda también que es tan importante ver como hacerte ver. Señaliza con tiempo tus maniobras.
- Controlar: Controla la distancia tanto con el coche de delante como con el de detrás. En este último caso, te permitirá frenar de forma gradual y evitar una colisión. Vigila también los vehículos a derecha e izquierda. Anticípate a sus maniobras y señaliza las tuyas.
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